De cómo Gengibre conoció al sobrino del mago de Oz, y qué aventuras les acontecieron (Parte 2)

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Por cierto tengo escrito hasta la cuarta parte...las publicaciones serán semanales para mantener un poco más actualizado al blog.

Calurosos (literalmente) saludos desde un veraniego balcón lleno de cactus,

Gengibre.



Me encontraba volando entre nubes y gansos migrantes, quienes ya se habían acostumbrado a mi presencia y a que mi dedo meñique del pie izquierdo no era alimento (esto último lo aprendieron a las patadas). Fue justo en el momento en que reñía con un ganso por que el muy bastardo me acusaba de haberle masticado un ala, cuando divisé, a unos quince minutos en globo y 27 en paraguas, el vasto Reino de Oz. Aproveché un despiste de los gansos para cerrar mi paraguas y caer libremente a razón de 9.8 m/s2. Tuve la suerte de caer sobre un extravagante y enorme árbol de duraznos, que amortiguó mi caída y me proveyó de alimentos cómo para reponerme de semejante travesía aérea.
Pasada la hora de mi siesta decidí ponerme en marcha. No había andado más de 5 millas cuando vi que me acercaba a algo, mejor dicho alguien, de voluptuosos rizos dorados y delicado vestidito infantil. Cuál sería mi sorpresa al descubrir que se trataba nada más y nada menos que de Dorothy, la protagonista del conocido cuento del Mago de Oz, en compañía de Toto su perrito. Me acerqué y le pregunté que hacía deambulando por esas tierras, a lo que ella contestó:
-Estaba yo en casa de mis tíos cuando un fuerte viento nos elevó por los aires a Toto y a mí. Llegamos a este lugar y nos dijeron que había un gran mago que podría ayudarnos a volver a casa.
Con que era cierto, era verdad esa historia infantil, Dorothy existía. Lo cual, quería decir…que pronto se encontraría con el hombre de hojalata, el espantapájaros y el león, para luego acabar con las brujas del este y del oeste y volver a su casa…No, no podía ser, esa niña estúpida arruinaría mi aventura. Debía adelantarme o se acapararía todo para ella sola, así que tomé un durazno de los que me sobraron y se lo lancé por la cabeza, luego la até a ella y a su perro a un enorme árbol que se encontraba a un lado del camino y corrí camino abajo hacia la aventura.
Así como Pinocho tenía a ese grillo que lo aconsejaba y hacía de conciencia yo también tengo mi insecto. Un pulgón que habita en el centro de mi cerebro y me da consejos moralistas.
-¡Gengibre! ¿Qué has hecho?
-¡Oh! Solo até a esa niña estúpida a un árbol.
-No debiste haberlo hecho. No está bien
-Tu vives de mi cerebro y nadie te dice nada.
-Yo soy tu conciencia. ¿Por qué lo has hecho?
-¡Vamos! ¿Iba a dejar que se acaparara toda la aventura para ella sola?
-Le pertenece legítimamente.
-¿Y qué queda para mi?
-Ya encontrarás tu aventura, pero ahora ve y desata a esa niña y a su perro.
La conciencia me remordía, literalmente.
-Muy bien, pero deja de masticar mi meninge.
Es así como volví, liberé a esa niña y mi conciencia dejó de remorderme la cabeza.
-Vete, y quédate con toda tu aventura- esta frase fue pronunciada muy lentamente, remarcando todas las “d” y las “t”.
-Maldito pulgón, siempre logra lo que quiere…


Continuará

De nuestro encuentro con el picaflor, y como este nos ayudaría...

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No hace mucho tiempo (la verdad que si) nos deteníamos a descansar de nuestras actividades (como todo ser del bosque, tenemos nuestras obligaciones y estas nos desquician y quitan el tiempo, tiempo que podríamos usar, por ejemplo, para cosechar manzanas) y como buenos escribetodo, escribir de nuestras bienaventuranzas y malas pasadas, pero pasadas al fin.
Tomaré el atrevimiento, como Erizo que soy, para hacer una pausa (o como dicen estos burgueses: un break) para contarles un suceso que tuvo lugar no hace mucho espacio-tiempo. Si se midiera por su significación, esta historia pesaría 3.5 kg de manzanas, 3 cucharadas de azúcar, 2 timbres y medio al portero de la vecina y 4 caramelos masticables viejos.

Todo sucedió una de esas noches en que Gengibre y yo (Erizo), buceábamos por mares de café y veíamos como mariposas, desde lo alto, nos hacían señas como para que volviéramos. No demoramos mucho entre que vimos estas señales y decidimos regresar, para que decidiéramos o decidiésemos volver a la playa. En este tramo mar-playa, y ese pequeño pero no corto viaje, fue cuando Gengibre cayó en la cuenta de su poca experiencia náutica y de mi mala experiencia para dar indicaciones. No tardé en ver esas mariposas, que pronto empecé a dar mandatos como cuando era timonel y capitán de mi barco: sotavento y bogavante, timon a toda vela, que suenen las campanas, todos a cubierta. Fue así como Gengibre, tan desorientada como niño con bicicleta sin ruedas, nado sin rumbo fijo y llegó a destino incierto: un remolino de café extracargado. Casi perdida y sin muchas esperanzas, creyendo que llegaba a su fin, me sumergí para tenderle una mano y sacarla de tremendo problema. Sin darme cuenta, que al acercarme al remolino, también sería arrastrado por este. entre giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y giros y medio giro más, vimos como un picaflor (en este momento veíamos 4 picaflores a causa de las vueltas anteriormente descriptas) se acercaba de norte a este (puede que haya sido de oeste a este, pero con nuestro mareo no pudimos precisar ese dato en ese momento) y fue así como empezamos a hacer señales de humo, como el buen Mc Giver nos enseñó alguna vez. No tardó en divisarlas y este se nos arrimó en un santiamén, y pronto, orientados nosotros bajo su buen aleteo, pudimos llegar a tierra firme.
Lo que charlamos en esa playa, se quedará en esa playa, pero no significa que las olas puedan borrar lo que se escribió y acordó en ese momento. Lo que puedo decirles es que este simpático picaflor, amante de la buen música y los jazmines, decidió unirse a la Fiel Orden de G.L.A.D.I.O.L.O.

De cómo Gengibre conoció al sobrino del mago de Oz, y qué aventuras les acontecieron. (Parte 1)

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[Esta es la primera parte de una de las grandes aventuras que tuve como servidora de G.L.A.D.I.O.L.O.

No desespereis, pronto tendrán también sus "Anécdotas del Té", quizás más pronto de lo que creen, pero por el momento...]



Me encontraba un ventoso día de Agosto saliendo de ese Gran Salón en el que tantas tardes pasé contando baldosas, jugando carreras de sillas e inventando historias. Cuando de improviso aparece ante mis narices, la cual por cierto es una sola, un simpático hombrecillo portando un verde paraguas. ¡Cuál sería mi sorpresa al descubrir que era Vinagre!
Luego de un breve intercambio de saludos y galletas, Vinagre me dijo ofreciéndome su paraguas:
-¡Gengibre! Este paraguas te pertenece, te lo doy para que lo abras junto con la primer sudestada que venga así te arrastra a ese lugar de rocas fértiles y lunares. Estos simpáticos chirimbolitos te protegerán de meteoritos y otros elementos del cosmos que puedan dañarte de alguna u otra manera, como protones, fotones, aniones, electrones y otras cosas también terminadas en –ones.
-¿Camiones?
-Eh...ssssiii....quizás.
-¡Bien! ¿Y de matones? ¿Panzones? ¿Gorriones? ¿Protestones?
-Sí, sí. De almohadones, pisotones, emoticones, pompones y dá dá dá.
-¡Muy bien! ¿y esta antena metálica para qué sirve?
-¿Antena? ¿Qué ant...? eh...por las dudas no lo uses en días de tormenta.

Así es como me despedí de mi buen compañero de aventuras, procurando no alejarme demasiado para volver a encontrarlo en este lado del planeta. Iba caminando, ansiosa por estrenar mi nuevo y bello paraguas cuando en la lejanía creí divisar al erizo. “¡Erizo!” grité. El erizo no contestó. Volví a intentar, amenazándolo con robarle un pirulín, pero nada sucedió. Ya más cerca, y dispuesta a asestarle un golpe con mi nuevo paraguas, caí en la cuenta de que si bien era similar al erizo, este sujeto era más ruludo y con cara dibujito animado oriental. ¿Cómo proceder a actuar ante tan atípico individuo? Recordando de mis diversos viajes y aventuras, todos los protocolos y las maneras de tratar a los extranjeros, opté por aquello que consideré más certero: entonar el canto de paz propio del mandril congoleño mientras daba vueltas a paso veloz, intercalando algunas piruetas propias del norte asiático, alrededor de ese extraño individuo que me miraba con cara de incomprensión. Una vez terminada esta tarea, le solicite al caballero de rulos que me indicara el camino hacia el bebedero mágico, en donde de seguro podría cargar agua en mi termito para el té. Todas estas preguntas, las realicé a los gritos y moviendo mis brazos desenfrenadamente por encima de mi cabeza, de este modo, me aseguraría de que el ruludo hombrecito comprendiera sin error alguno. Cuando finalicé, el individuo se había cruzado de vereda y llamaba por teléfono moviendo su dedo índice de manera circular a la altura de su sien y señalándome de vez en cuando. Consideré que por dicho comportamiento, no tendría mucha idea de cómo ubicarme, por lo tanto, decidí continuar con mi camino. No llevaba más de 27 minutos y medio de caminata cuando se desató sorpresivamente un descomunal y violento viento que me obligo a abrir mi paraguas para protegerme. No se cuanto tiempo abre pasado así, de repente sentí un fuerte picotazo en mi dedo meñique izquierdo-había perdido mi zapato-, un ave, más precisamente un ganso que migraba hacia el noreste me obligó a abrir los ojos, fue en ese momento, cuando me di cuenta de que había levantado vuelo y que me encontraba levitando a más de 500 metros de altura.
Continuará...

Muy Pronto...

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Muuy bien, visto y considerando las últimas entradas publicadas en el blog sin permiso ni supervisión de alguien competente, he decidido publicar material nuevo para entretenerlos mientras continúo en la ardua búsqueda del erizo, que se encuentra escondido en alguna caverna con estalactitas de helado de agua sabor limón.



Muy pronto, aquí en "G.L.A.D.I.O.L.O. en acción"...ta tan ta tan!! tututu-tututu-tutu tuuuuuuuuu!!! ¡"Anécdotas del té"! Emocionantes historietas que relatan de manera breve y entretenida diversas anécdotas del té.



Sí...ya se...el dibujo dice "Historias del té". Bueno, ya había casi terminado de hacerlo, cuando decidí corroborar con el original...



Por otro lado, el dibujo tampoco es de lo mejor, utilicé el Paint y encima cuando uno guarda en formato *jpg o alguno de esos, no se porque pero la imagen se ve chonga...deben ser esos malditos elfos que habitan en el monitor... "¡Envidiosos! ¡Dejen de arruinar mis dibujos! ¡Salgan de mi computadora! Ya verán patanes..."

Malditos...todo solo porque en vez de tarta de chocolate en la disquetera metí tarta de frutilla...ya se que no toleran la frutilla...pero es lo que había!

Bueno...y además conecté un patito de hule mediante un puerto USB e intenté jugar al badmington con el teclado...¿Pero qué hay con eso?



{Oz...no os impacienteis, muy pronto vuestra historia será publicada en este, el humilde blog de G.L.A.D.I.O.L.O.}

...

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- GENIAL, AHORA QUE GENBIBRE ESTÁ DANDO VUELTAS POR AHÍ, Y QUE VINAGRE ESTÁ OCUPANDO ESTUDIANDO DISTINTOS TIPOS DE SUELO PARA ACAMPAR, EL BLOG HA QUEDADO BAJO MI SOBERANÍA...
(UPS, NO ME DIGAN QUE HE ESTADO PENSANDO EN VOZ ALTA DE NUEVO, CREO QUE SÍ, CÁLLATE ERIZO, SHHH)


BUENO, AL DIABLO...


USEN SOFTWARE LIBRE
NO AL IMPERIO DE MICROSOFT
NO A LOS FLOGGER,
SI A LOS BLOGGER!
NO A LA NUEVA ERA DE FAMILIAS BURGUESAS
...........
Bueno, creo que he logrado de dejar mi mensaje, ahora me daré a la fuga un tiempo debido a que he sido localizado por las mariposas del msn... nos vemos mis amigos...







Su amigo, el erizo


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Para que no se aburran mientras termino de escribir un par de historias...


Cuento improvisado por Gengibre en un momento de extremo nerviosismo

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Todo sucedió ese día en que Gengibre tropezó en el troley con esa banda de mafiosos contrbandeantes de gomitas con forma de ositos y los mismos la obligaron a contarles un cuento:

Bueno, el cuento que les voy a contar...eh...es el siguiente...ese que trata de...eh...de...esa historia eh...esteeeh...en que eh...el pro pro protagonista es un un un un ....y eh....los sombreros...no, no había sombreros...bueno, quizás sí...eh...en fin

Había una vez...eh...jeje...bueno fueron muchas veces...pero no importa...eh...una vez en que un sapo que se encontraba....ay no! creo que lo arruiné! no, todavía no...eh...esteeeh...sí, el cuento...bueno, este sapo, vivía en el fondo. DE UN POZO!! DE UN POZO!!! si...juro que dije un pozo....eh....bueno, en este pozo... eh...(mira hacia los dos lados de reojo)¿Qué había? ah si...había un sapo...sí, un sapo...¿ya dije un sapo? Bueno...eh...este sapo, que vivía en un pozo (se retuerce la punta del pullover)...sí, un pozo, estaba ehh....este...muy metido. En el pozo. Por que el vivía en el pozo... si...eh este....eehhhh....y luego...el sapo....eh....lo que pasa es que era un sapo muy sapo...de esos sapos que eh...viven...en...un...un...un...(glup-traga saliva)...pozo....sí...en un pozo... y este sapo...eh ...eh....eh(transpiración de excesivo nerviosismo) AHHHH!!!!!!!!!! (huye saltando por la ventana)...

Que aparezcan zapatos en tus sueños

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Pero no cualquier par de zapatos. Sino de dos zapatos

Uno verde con cordones anaranjados que uso el príncipe roger en la fiesta en la que le declaró a una princesa avestruz su eterno amor que comenzó aquella tarde soleada el 3º dia de ese invierno.... ese invierno digo q talvez vos te acuerdes, en el que llovieron zanahorias entre las 22:07 hasta las 22:14 hs.

El otro zapato tiene que ser no un zapato sino una bota negra de guerrillero que la fabricaron especialmente para filmar una película que no se termino y no llego al cine porque se acabó el presupuesto en el 6º mes de producción...los actores usaron la plata del megahiperfilm para comprar tartas de manzanas en el kiosco que se encontraba exactamente a 867 cm de la casa del actor principal.... un chabón de pocas palabras que empezó sus estudios en la fundación de un maniático enfermo por las jeringas previamente pasteurizadas

De mis andanzas por la ciudad de grandes humos en busca del paraguas perdido (Parte 1)

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Todo comenzó la semana pasada, cuando me encontraba disfrutando de un apacible domingo en aquel lugar rodeado de álamos que solíamos frecuentar con Vinagre, el pequeño gnomo coloradito y aquel guitarrista, en esas tardes de locura juvenil y creación artística. Quién diría que a partir de esa tarde las vagas proyecciones que yo tenía para la semana siguiente se esfumarían como el humito que despide un tacita contenedora de infusión de boldo, carqueja, alcachofa y etc (todavía le tengo desconfianza a ese etc que se anunciaba en la fórmula de composición). Sí, mis queridos duendes y animales, el tubo telefónico sonó y despertándome de mi eterno cabeceo de las 15:25 me avisó que debía emprender viaje a la ciudad de grandes humos y buenos aires. Los motivos que impulsaron y fundamentaron mi inesperada partida no son tan relevantes como las verdaderas intenciones que deseaba llevar a cabo. Es por esto que no desperdiciaré tiempo ni líneas explicitando los por qué y procederé a continuar con mi relato.
Así es que llené con algunas pertenencias y herramientas necesarias mi gran pañuelo rojo a lunares que luego até a un palo que me eché a la espalda, y emprendí mi camino por pantanosos e inciertos terrenos. En mi pañuelo cabían perfectamente un frasco con ungüento de trébol de 3 hojas y media, un despertador con su respectivo destornillador, una tarta blanca (siempre útil en caso de encontrarme con esos indeseables guzznags), mi siempre compañero frasco de botones, y un pequeño mapa de la ciudad con el que planeaba prender un fueguito en cuanto se me acabara la luz que emitía el despertador.
Después de una larga y cansadora travesía, logré llegar a la ciudad. Para ello debí colarme en la bodega de un micro que me acercó alrededor de 200 Km. Podrían haber sido más, pero me descubrieron en cuanto empecé a gritar intentando imitar el apasionado cantar de las grullas japonesas en época de celo. Luego me crucé con un cerdo que se ofreció a llevarme en su lomo con la condición de que dejara de gritar. Así es como después de 12 hs llegué a destino (sí, amigos, los cerdos pueden ser muy veloces cuando sus tímpanos se encuentran ante peligro eminente). Me despedí de mi amigo el chancho con la esperanza de volver a verlo. Una vez allí me fue fácil ubicarme, claro, al haber viajado en solo 12 h, no me fue necesario prender fuego al mapa, además, en la bodega del micro aproveché para hurtar un par de alfajores, un GPS y un pirulín que le arranqué a un erizo mientras dormía...
Ya solo me faltaba dirigirme hacia la gran X roja marcada en mi mapa, donde se encontraba el paraguas perdido...

De mi primer servicio, bajo el nombre de G.L.A.D.I.O.L.O.

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Hola, amigos que surcan este pequeño trozo de internet...primero he de presentarme...
Mi nombre es Erizo, y no diré nada más de mi para no atormentarlos con la historia de mi vida...
Conocí a G.L.A.D.I.O.L.O. por esas raras ocurrencias del destino, cuando mi barco, creyendo haber visto café bajo un liquibambar, lanzó redes hacia lo que sería en realidad, a dos sujetos de extraño aspecto... dos sujetos que serían pronto mis compañeros, mis amigos... Vinagre y Gengibre... dos sujetos que me presentaron otro estilo de vida, que de haberlo conocido antes, de seguro ellos me hubieran contactado a mi...
Ahora paso pues, sin más demoras, a contarles de mi primer labor junto a uno de estos sujetos, Gengibre, puesto a que Vinagre en esos momentos estaba en una misión en el extranjero en un valle de piedras redondas.

De mi primer servicio, bajo el nombre de G.L.A.D.I.O.L.O.

"No había pasado mucho tiempo luego de conocer a Vinagre y Gengibre, que ya habían tomado confianza en mí y me comentaron de uno de sus planes, el cual se llevaría a cabo con extrema delicadeza...
Empezamos a planificar pues, con extrema dedicación y delicadeza, precisos estudios sobre el área en la que llevaríamos a cabo nuestra leal tarea, puesto que sabíamos de antemano que necesitaríamos el apoyo de criaturas externas a la causa, que no conocerían ni para quién estaban relizando tan noble acto, sino que tampoco conocerían nuestros propósitos. Organizamos todo para el Miércoles 9 de Abril, pero debido a que no nos concentramos en el facor clima, lo tuvimos que postergar 24 horas. Fue así que realizamos una concentración bajo el nombre de la sabidu´ria, juntando a todos las criaturas bajo el gran totem de búho que poseía aquel maravilloso lugar donde huarpes y pehuenches llevaban ya casi 46 años luchando continuamente sin descanso. Y antes de que empezaran a sospechar puesto a que mi compañera no llegaba, yo decidí emprender la tarea, sin previos conocimientos sobre los dialectos de las diversas especies de criaturas que habitaban allí. Y fue así que tomé mi mano derecha y me dirigí al artefacto cuya fuente de energía está proporcionada por hamsters, y lanzé con mi mano derecha hacia la fuenta de alimentos que se encontraba a 36 personas de distancia. Creo que básicamente por instinto, viendo que no llegaba, otra de las criaturas tomó mi mano derecha y extendió la suya hacia nuestro objetivo. Fue así como poco a poco, fueron uniéndose en una cadena de brazos, extremidades, patas, garras etc. y consiguiendo unir por un instante la fotocopiadora con fuente de enería a base de hamsters y aquel árbol de plátanos."

Fue así señoras y señores, duendes y gnomos, toros y águilas, de como ocurrió masomenos mi primera labor junto a G.L.A.DI.O.L.O. y de como exitosamente logramos nuestro cometido.

Erizo

P.D.:Quiero agradecer al canibal con cabeza de kiwi por ayudarnos pese a su filosofía contradictoria con la nuestra, y dedicar esta labor, a Vinagre porque de seguro hubiera derramado una lágrima de su ojo izquierdo al ver nuestra exitosa labor.

Última aventura de Vinagre

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Yo, Vinagre, luego de unos días, me estoy recuperando del rotundo golpe de tristeza y abatimiento que se impulsó sobre mi alma al contemplar la destrucción de una de las más sublimes obras gladiolescas que hubiera alcanzado a llevar a cabo, durante mi estadía en el Bosque Encantado.
Luego de una larga,… muy larga,… eterna caminata llevada a cabo en compañía de la-duenda-incansable Gengibre, durante la cual nuestros bonetes (de estreno) no paraban de cosechar asombros… al punto de que, si no juntaron más, fuera seguramente debido a su tamaño finito.
Decía yo que, luego de haber recorrido un largo tramo silbando y tarareando, decidimos desviarnos un poco en busca de ayuda. Fue así como dimos con la madriguera de un topo. Un topo que, seguramente, no cumplía con sus obligaciones de cuidar la madriguera, puesto que, luego de proclamar interminables llamados y amenazas, ninguna cabeza se quiso asomar por el a’ujero. Dejamos una nota intimidatoria, pero, como el tiempo vale mil colores para los duendes, proseguimos a paso firme.
Cuando parecieron haber pasado varias lunas sobre nosotros, mi compañera proclamó:
- Ánimo, Vinagre, que falta poco…
- Un último descanso no nos vendrá mal.
Mientras nos hallábamos detenidos, creí ver un humo levantarse sobre el horizonte…
Esperamos… Era algo, o alguien, que se acercaba… Era… ¿un topo arriba de un camello?
Efectivamente, el topo, luego de leer la carta, no dudó en correr en nuestra búsqueda.
A medida que reanudábamos la marcha, aclarábamos algunas dudas… era un buen bicho, el topo… Hasta nos ofreció “apoyo logístico”
- ¡Ja!, ¡Ja!
- ¡Je!, ¡Je! Pero… ¿no te hemos contado la historia de los duendes y el flautista de pan flauta?
- No, ¿por qué?

Cuento de los duendes y el flautista de pan flauta
Cierto día doce de marzo –día de pasear escaleras- un par de duendes marchaban un tanto agotados por un sendero del bosque. Fue tras cruzar una correntada que se encontraron con el flautista… moreno, larguirucho, de nariz rojiza y sombrero al estilo “Benjamín Franklyn”.
- ¿Necesitan ayuda? Tal vez si os acompaño con una melodía pueda daros apoyo logístico…
Los duendes intercambiaron miradas…
- Claro, un poco de ritmo no nos vendría nada mal…
Habían marchado un muy largo tramo… cuando se los vio reaparecer de entre unas malezas que penetraran un rato antes… Dicen que el flautista iba encadenado a la escalera, y la llevaba sobre sus hombros.
- ¿Te sientes bien? ¿No necesitarás algo de “apoyo logístico”? ¡Ja!, ¡Ja!, ¡Ja!

Una vez llegamos a destino, nos detuvimos a examinar la zona en busca del farol perfecto. Y lo hallamos… Luego de pensarlo un momento, de pronto… ¡Záscate!, el farol había sido premiado con un hermoso sombrero de hongo color rojo, y un moño que le hacía juego. Fue tal la alegría que sentimos al verle, que nos dieron ganas de bailar… pero algo, súbitamente, nos hizo cambiar la expresión.
- ¡El placero, Vinagre!
- ¡Rajemos, Gengibre!
Unos segundos después, corríamos con la escalera por la otra esquina de la plaza.
Con la escalera a salvo, lejos de cualquier amenaza, no pudimos contener las carcajadas, mezcla de júbilo, adrenalina, y travesura… Nos dimos el tiempo de conocer a una niña, que se sonrió ante nuestra reluciente alegría, y los simpáticos bonetes. Le preparamos un regalo… y Gengibre, gracias a sus dotes adquiridas por haber nacido en San Nicolás, le bordó un esplendoroso “GLADIOLO”.
Marchábamos dispuestos a contemplar, ahora sin riesgos, el resultado de nuestra hazaña…
No fueron nada las exclamaciones que debimos oír en boca de unos jóvenes bien desprovistos de imaginación y cortesía…
No fueron nada, (y me detengo, porque, cuando lo recuerdo, me dan ganas de llorar) porque vimos el sombrero caído, y destruido por la mitad.
Una trémula sensación de… “me mataron un hijo” se adueñó de nosotros. Y nos empujó a una pena gigante, una angustia que sólo podrán imaginar aquellos que alguna vez criaron un sueño hermoso durante mucho tiempo. Que se sacrificaron mucho por verlo nacer, por verlo algún día abrir sus alas… Y el sueño no alcanzara a asomarse, que alguna bestia inhumana sin corazón lo degollara frente a sus ojos.
…Con el tiempo vinieron otros jóvenes, tan acostumbrados a la fría rutina, que, sorprendidos por nuestros bonetes, se acercaban… tal vez para burlarse, como ocurre en todos los cuentos. Tal vez, más inocentes, para ayudar…

Mientras existan monstruos sin sangre que destruyan el inocente sueño de quienes supieron ver más allá de lo común, de lo vulgar, de lo aburrido…
De quienes soñaron alguna vez un farol aseñorado…
Mientras maten la risa de mil niños, que podrían haberlo visto…
Mientras silencien la cara de asombro de gente común, que por un momento se viera auxiliada en medio del terrible pantano de la cotidaneidad…
Mientras no nos dejen arrancar más: -¡Mirá eso! ¿Cómo habrá llegado allí?
Mientras todo eso ocurra, los duendes lloran…
Los sueños lloran…
¿Y cómo hemos de extrañarnos de que todo siga marchando hacia una obscura boñiga de toro?...
Y esa fue mi última aventura aquí, en Mendoza; porque motivos apremiantes me obligan a abandonar mi (tan aquerenciada) querencia. Espero que continúen con lo que alguna vez soñé. Soñamos…
Gracias a todos por el apoyo indispensable. Gracias a Berry, que nos impulsó muchísimo a seguir adelante. Gracias al erizo, al topo, al cuco, y a la nutria. Gracias a los que se fueron prendiendo; Matue; Josueno; Amarantina (que vio posible una amistad con el chivo). A propósito, tal vez me excedí un poco cuando los traté de guzznags. Si hay algo que no queremos son enemigos…
Gracias, sobre todo, a Gengibre. Por compartir mi sueño; por darle cuerda; por animarme siempre; por robarme todas las sonrisas que venía ahorrando; por los momentos; por sacarme del abatimiento y la nostalgia (que yo llamo “filosofía”); Porque un sueño es un hijo, y GLADIOLO es un sueño… nuestro al principio; ahora de todos…
G.L.A.D.I.O.L.O. Gremio Laboral Adjunto a Duendes Inicial y Ocasionalmente Liderados por un Oso
Se despide, con tierno soplo, el duende Vinagre, fiel servidor de la orden GLADIOLO.

Última carilla de la bitácora que narra fidedignamente las aventuras que acontecieron a Vinagre y a Gengibre un día en que los sorprendió el temporal.

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Nota: Cuando despertamos enjaulados había cesado la lluvia.
Nota: Los acróbatas son gemelos
Nota: Tengo hambre
Nota: Los acróbatas hacen trampa
Nota: Perdí otro dedo fastidiando a las cacatúas
Nota: El guacamole no debe prepararse con taaaanto tomate
Nota: ¿Mr PacMan se empastillaba?
Nota: ¿PacMan se escribe así?
Nota: El té de los cafés brasileros no tiene nada de especial
Nota: Mañana abre el cine Universidad
Nota: No olvides pasar a buscar la bicicleta por la mañana
Nota: Me duele el pie
Nota: Estamos haciendo uso y abuso de las “Notas:” (LIBERTAD DE EXPRESIÓN)
Nota: No me entran más notas
Nota: Ay! Tan solo una pequeñita...

(verticales)
Nota: Encontré más lugar para escribir notas
Nota: Extrañamos a Carmencita
Nota: Un detective nos preguntó por ella, seguramente está sobre la buena pista

FIN

Penúltima carilla del diario de aventuras de G.L.A.D.I.O.L.O.

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Mi compañero se sintió ofendido, y dispuesto a alcanzar el barco para golpear al animal, destruyó mi centro urbano con su pulgar.
Lo seguí al nado. Por fin alcanzamos el barco. Nos sumergimos buscando alguna compuerta para poder entrar...y la hallamos.
Después de una travesía por caños, tubos y recovecos, salimos a la superficie por el inodoro.
No duró mucho, cuando salimos a la cubierta, resbalamos en aceite de lino y nos golpeamos la cabeza.
Cuando despertamos, estábamos en una jaula, Sí, este barco contrabandeaba granos de café, cacatúas, juguetes inflables tailandeses y un par de acróbatas coreanos...
Luego de una intensa labor diplomática con el capitán Erizo, llegamos a un acuerdo, así es como él pronto pasará a formar parte de G.L.A.D.I.O.L.O.
Nota: Cuando despertamos enjaulados había cesado la lluvia.

CONTINUARÁ...

Antepenúltima parte de la bitácora de G.L.A.D.I.O.L.O.

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Día 39:

Por la mañana jugamos al Age of Empires II con las plumas y huesitos del ave. ¡Maldita Gengibre! Le dije que jugáramos sin trucos! Para colmo, las hormigas salvajes no parecían dispuestas a ser domadas por Genghis Khan; y los microlobos devoraron la mitad de mi población de vértebras- aldeanas (vertebraldeanas).
Por la tarde, cuando veía mi maravilla construida con el cráneo de y partes del pico, asediada por la gran catapulta-clavícula (cataputícula), el juego se vio interrumpido por el sonido de un extraño animal que...ya me aburrí. “¡Gengibre!”, “¿Qué?”, “¡Te toca!”, “¡Todavía no!”, “¿Qué estás haciendo?”, “¡Terminando un backgamon con los coreanitos!”
Bueno, sigo yo, Gengibre.

El juego se vio interrumpido por el sonido de un extraño animal que nos gritaba desde la cubierta de un barco: “¡Hasta luego idiotas!”

CONTINUARÁ...

Bitácora de G.L.A.D.I.O.L.O. (Parte 7)

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Día 38:

El plan es ferpecto. Gengibre se disfrazará de ave y en cuanto el malvado se acerque le asestaré un golpe justo detrás e la nuca. Tantos años en la escuela de aves no serán en vano.

Día 38 a las 7 de la tarde durante el eclipse:
(me confundí, pensé que era de noche)

El plan...resultó!
Cuando el ave se posó en una de las ramas para oír el canto de Gengibre, sin pensarlo dos veces le arrojé un palo con todas mis fuerzas.
Gengibre se molestó por mi mal tiro que fue a dar directo a su sien.
Así que tomó el palo, dispuesta a romperme la cabeza y cuando me agaché para evadir el golpe, el garrote acabó por empastar al ave contra la corteza del liquidámbar.
Arrancamos trozos de corteza y los comimos cual paté de fuá.

CONTINUARÁ...
(La foto hoy no va por que tengo guzznags en el scanner...Vinagre ayuda!! Necesito una tarta blanca!!)

Continuación de las aventuras de Vinagre y Gengibre en un día muy muy mojado

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Día 31:


Nos cansamos de “leyendas”, después de haberla trascripto a las raíces del árbol en 3 idiomas distintos y haber buscado todos los mensajes subliminales que pudiera ocultar decidimos recordar canciones populares.
Es así como nos encontrábamos cantando “Lunes, martes, miércoles 3”, “Lunes, martes, miércoles 3” cuando escuchamos un “Jueves, viernes, sábado 6”. Sobresaltados y asombrados cual dueño de mueblería (anécdota que pronto contaremos) descubrimos que no estábamos solos. Una mujer se encontraba parada a nuestras espaldas, tenía un extraño parecido con Carmen San Diego. Nos miramos extrañados. Al voltear de nuevo para preguntarle si no tenía un saquito de té, había desaparecido. Seguramente habría cambiado su dinero a rupias.

Día 34:


Extrañamos a Carmencita. Hicimos un muñeco voodoo con palitos. Volvió el ave maligna, nos amenazó y tuvimos que entregarle el muñeco junto con un zapato..

Día 37:
Soy Vinagre; tengo mucha hambre, pr l q ntntr lgns vcls. No es suficiente. Además, quiero vengarme del ave.


CONTINUARÁ...


Bitácora de G.L.A.D.I.O.L.O. (Continuación día 18 y más...)

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(continuación del día 18)

Gengibre debe permanecer quietecita aguardando que algún ave anide sobre su cabeza. Luego comeremos los huevos. El paisaje es aterrador: los ríos han crecido y he visto pasar flotando algunos paraguas y la cúpula de Palmares. Hubiese sido un buen refugio. Temo que perdamos nuestras habilidades comunicacionales orales. Hemos leído “leyendas” de Bécquer 100 veces.

Día 29:

El ave no ha puesto huevos, creemos que es un híbrido. Lo voy a golpear.

Día 30:

Con algunas hojas, y una manga e mi camisa, improvisamos una venda para la cabeza de Gengibre. Creo que alguien se acerca. Seguramente oyó los alaridos proferidos por mi compañera. El ave murió. Estamos deleitados.


CONTINUARÁ...

Bitácora de G.L.A.D.I.O.L.O.

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Día 11:

Aunque no parece, soy Gengibre. Estoy escribiendo con la mano izquierda: tuvimos que compartir la derecha...
Divisamos un bote que pasó bastante cera. Intentamos llamarlo pero creemos que se asustó por nuestro aspecto. Solo queríamos que enviara uan carta de auxilio.

Día 18:

Solo contamos con un 25 % de la superficie original. Hemos planeado una nueva estrategia:

CONTINUARÁ...
(la siguiente parte del día 18...mañana. Recuerden que posteamos una carilla por día, por lo tanto no importa que el día se encuentre dividido en dos carillas, solo vamos a postear la parte que corresponda)

Bitácora de G.L.A.D.I.O.L.O. - (Continuación del día 4)

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(continúo con el día 4 que dejé cortado ayer)

do como señuelo las semillas. Construimos unas boleadoras con los frutos del liquidámbar. Esperamos ansiosos la llegada de las aves.

Día 5:

Sigue escribiendo Vinagre. Hemos tenido problemas: las aves fueron más poderosas. No sólo han robado la comida. También nos amenazaron, robaron las armas, un dedo de Gengibre y un pedazo de bitácora.
Tengo hambre. Le pregunté
A mi compañera si
Pensaba usar los
Otros cuatro.
Se ha puesto
un palo. Ha
entrenado y
piensa volver
a escribir.

CONTINUARÁ...

Bitácora de G.L.A.D.I.O.L.O.

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Día 2:

Se nos terminaron los víveres. Fue un desayuno muy suculento. Aún estamos esperanzados de que esto pare pronto. El liquidámbar a comenzado a filtrar.

Día 3:

Se achica la superficie de protección, ya solo nos queda un metro cuadrado.
Pensamos plantar las semillas de los víveres, pero esto nos ocupará la mitad del territorio. Contamos con que la pequeña huerta de hortalizas nos sacará de apuros en caso de que esto no termine pronto. Así mismo, esperamos que los frutos muten y salga una planta de café.

Día 4:

La superficie de protección se ha achicado en un 20 %.
Hemos decidido cambiar de estrategia de alimentación: Planeamos cazar aves usan-

(Aclaración:, como posteamos una carilla por día, algunos días quedan cortados, esperamos que sepan disculpar las molestias y que no se pierdan los próximos posts)

CONTINUARÁ...

Bitácora de las aventuras de Vinagre y Gengibre un día en que se vieron acechados por la lluvia de Berry y de cómo lograron sobrevivir.

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Estimados radioescuchas, creo, que con el título lo digo todo, lo que van a leer a continuación, son documentos inéditos de las aventuras de Vinagre y Gengibre el día en que se vieron acechados por la lluvia de Berry y de cómo lograron sobrevivir. La extención de estos documentos, dan para varios posteos, así que hemos decidido publicar una carilla por día del cuaderno bitácora de G.L.A.D.I.O.L.O., así mismo, hemos decidido adjuntar la carilla que pasamos en limpio, de manera que se puedan corroborar los hechos que aquí narramos.

Bitácora de G.L.A.D.I.O.L.O.

Día 1:

Marchábamos por uno de los frondosos bosques que se extienden en las orillas de “La Pagnez Paá”, recordando las bellezas del 1800 e injuriando a falsos anarquistas, cuando nos sorprendió el temporal. No puedo escribir mucho más, No se cuánto tiempo dure esto. Debimos refugiarnos bajo un enorme liquidámbar, que aparenta seguridad.

Contamos con un par de víveres, que bien administrados pueden llegar a durarnos una semana. Los mismos son: 2 tomates, una palta y una zanahoria.
He continuado escribiendo yo, Gengibre, porque mi estimado colega Vinagre ha caído en las garras de una enfermedad.

CONTINUARÁ...

"Pensamientos"

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Quisiera compartir con Ustedes un brevísmo cuento que escribí basándome en hechos reales, de lo que me aconteciera durante un viaje...

"Pensamientos"
Hacía tiempo que ninguno pronunciaba palabra. Habíamos recorrido un buen trecho a lo largo de la alameda cuando, sin advertirlo, se dibujó una sonrisa en mi rostro. Mi compañero había dado por terminada su meditación hacía un momento, por lo que necesariamente notó la mueca.
- ¿En qué pensás?
- En Gladiolo.

Se despide con gran elocuencia, el servidor Vinagre.

Gladiolo en sus comienzos

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¿Cómo no postear la primer ocurrencia G.L.A.D.I.O.L.O. que tuvimos?

G.L.A.D.I.O.L.O. surgió un día de octubre en el que nos encontrábamos divagando existencialmente con Vinagre después de haber tomado un helado.[...]

Al día siguiente, los transeúntes no podían explicarse quién o qué es lo que los miraba tan inquisitoriamente desde la vereda de enfrente...