Continuación de las aventuras de Vinagre y Gengibre en un día muy muy mojado



Día 31:


Nos cansamos de “leyendas”, después de haberla trascripto a las raíces del árbol en 3 idiomas distintos y haber buscado todos los mensajes subliminales que pudiera ocultar decidimos recordar canciones populares.
Es así como nos encontrábamos cantando “Lunes, martes, miércoles 3”, “Lunes, martes, miércoles 3” cuando escuchamos un “Jueves, viernes, sábado 6”. Sobresaltados y asombrados cual dueño de mueblería (anécdota que pronto contaremos) descubrimos que no estábamos solos. Una mujer se encontraba parada a nuestras espaldas, tenía un extraño parecido con Carmen San Diego. Nos miramos extrañados. Al voltear de nuevo para preguntarle si no tenía un saquito de té, había desaparecido. Seguramente habría cambiado su dinero a rupias.

Día 34:


Extrañamos a Carmencita. Hicimos un muñeco voodoo con palitos. Volvió el ave maligna, nos amenazó y tuvimos que entregarle el muñeco junto con un zapato..

Día 37:
Soy Vinagre; tengo mucha hambre, pr l q ntntr lgns vcls. No es suficiente. Además, quiero vengarme del ave.


CONTINUARÁ...


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Sres Vinagre y Gengibre...
me encantan sus relatos...
poderosa narrativa y armoniosos adjetivos bañana vuestro blog, transmitiendo un leve cosquilleo en mi oreja derecha mientras lo leo...
Sigan adelante, son estupendas vuestras aventuras...
Me muero de impaciencia por leer el relato de la mueblería...
Nos estamos vemos donde las estrellas emitan un silbido de tenue azul.

Berrysand dijo...

Con Grisaux nos pasó algo en una mueblería alamedezca...una rústica foto queríamos sacar y un empleadomosca nos queria molestar...

en fin.

saludos Gladiolenses...