El Pico de Oro... (para evitar decepciones: NO, NO ESTOY HABLANDO DE ALCOHOL)

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¡Buenas, mis estimados amigos! Hoy vuelvo al ruedo de la vida cotidiana, hoy dejo de lado el ruedo (no el de mi jardinera, por lo menos ese deberá esperar hasta una nueva época de estiramiento extremo… por extremidades corporales, no por deportes, me mareo con facilidad…)de la ajetreada vida de un pobre gnomo trabajador gomoso chicloso y azucaroso y es por eso que lo primero que hago es contarles un pequeño relato de mis aventuras hasta este momento… debo decir que mi ausencia se debe a que he estado trabajando con ahínco en las pegajosas minas de gomitas… Es que estas son las épocas en que eligen a un joven gnomo para que consiga el pico de oro…. Si, un pico mágico que hace la ardua tarea mucho más sencilla… Cada año eligen al gnomo más dedicado y él se gana el pico, por lo menos hasta el año siguiente, cuando un nuevo gnomo adquiere el preciado instrumento herramental… Este año tuve como meta personal y particular adquirir el pico y… ¡¡¡Lo conseguí!!! Sí… por lo menos este año el bendito pico será mío!!!!! Lo aclamo con orgullo y sin humildad porque mi esfuerzo fue realmente arduo… Debo decir que estas últimas semanas no pude despegar las manos de mi pala… primero porque estuve trabajando desde la salida hasta la puesta del sol, sin descanso, y segundo porque la excesiva azúcar deja mis manos in despegables…. Todavía las estoy limpiando con estropajo y lavandina… ya saben lo que dicen… las manos de un gnomo trabajador nunca serán de porcelana… no importa cuanta crema uses (créanme, lo he comprobado… no se dejen engañar por las propagandas televisivas… te prometen la anti-gumosa 2000 y solo empeora la cuestión… en fin…). Hablando de manos de porcelana, ese es uno de los puntos que odiamos de los gnomos falsos en los jardines humanos… se ven tan limpiecitos y suaves… ¡¡¡Nosotros no somos así!!! Nosotros tenemos las manos pegajosas y las jardineras manchadas… aprovecho la ocasión para pedirle al Parlamento General de Gnomos que apure el trámite de la denuncia a los fabricantes en serie de gnomos de jardín… realmente es una falta de respeto, ¡¡UNA FALTA DE RESPETO!! Bueno, volviendo al tema en cuestión… este año según parece va a ser un año más livianito gracias al esperado (y merecido, ejem, ejem) pico de oro… ¡¡ADIÓS MANOS GOMOSAS!! ¡¡HOLA CLASES DE DIBUJO SOBRE CORTEZA!! Al fin podré hacer todas las cosas que me gustan y requerían manos limpias y suaves…. Uno nunca se da cuenta cuantas son hasta que no puede hacerlas… Estimadísimos amigos, me complace anunciar que este año podré dar vuelta mi sombrero (una historia muy entretenida que contaré otro día) varias veces más, por lo que mis vistas se harán más periódicas… ¡¡Y SE HARÍAN MÁS PERIÓDICAS SI EL BENTIDO PARLAMENTO GENERAL DE GNOMOS APURARA LOS TRÁMITES! Perdón, tenía que descargarme. En fin. Agradezco a mi familia, a mis amigos y a todos los que me ayudaron en la empresa, snif, snif, sólo deseo la paz mundial, snif snif. Snork, snork. Y aprovecho también en vista de las festividades que se aproximan que (para variar, ¿no?) mantienen a los pobres individuos de mi comunidad bastante ocupados, para exponer por vía pública el mensaje del Señor Martillo al mundo… DIGAN NO A LA PIROTECNIA… esto es en serio… hace más daño del que se imaginan… no es lindo tener el hospital de criaturas mágicas con sobrecarga de pacientes por tímpanos rotos o heridas ardientes… eso realmente no es muy agradable, señores, en serio. En fin, el pico está reflejando la luz directo a mis ojillos y me esta impidiendo la visión, así que antes de escribir alguna grosería por equivocación, me despido hasta la próxima ocasión. (ah! Hice un verso sin esfuerzo… ¡otro más! Este pico realmente es mágico…)
Saludos cordiales de un muy relajado…
Martillo

P.D.: REALMENTE ES UN PICO DE ORO, NO UNA BEBIDA ALCOHOLICA QUE ROBÓ EL NOMBRE PARA MOSTRAR COMO AL BEBERLA SE ADQUIERE FELICIDAD, FUE UNA ANALOGÍA QUE NOS HA COSTADO MUCHA CREDIBILIDAD. PERO BUENO, TODOS NECESITAMOS ALGUNA PEQUEÑA ENTRADA... CON LOS INGRESOS GANADOS POR VENDER EL NOMBRE HEMOS EVITADO MUCHOS DESASTRES EN LAS MINAS.... IMAGÍNENSE COMO ESTARÍAMOS DE NO SER POR ESO!!!

Promocionando

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De mi travesía a la región andino patagónica en busca de un poco de rosa mosqueta, y los innumerables sortilegios que debí enfrentar (parte 2)

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Pasé mucho tiempo caminando hacia el sur. Tanto tiempo que alcancé a familiarizarme con varias especies de roedores que habitan las regiones áridas, e incluso llegué a establecer cierta amistad con las aves migradoras que surcan el cielo dos veces al año.
Después de tanto camino, ya casi olvidaba el motivo por el que hubiera emprendido mi odisea, al llegar allí donde la región comienza a ser un poco más benévola, y algunos montes un poco mas altos irrumpen la monotonía de la estepa... No hubiera sospechado que, tras alcanzar el filo de la siguiente lomada, descubriría algo deslumbrante: Lejos, encajonado entre los cerros, al pie de una barranca, un enorme espejo de agua duplicaba el cielo con todos sus detalles. (Había llegado a lo que, según me enteré después, es conocido por los humanos como "embalse el Chocón", adyacente a la ciudad homónima)
En este punto de mi camino tuve la oportunidad de conocer una aldea perdida entre las bardas, cuya vista sólo podía apreciarse adentrándose unos kilómetros en la cordillera. La aldea, de aspecto rudimentario, se asemejaba más bien a esos campamentos que suelen construir los arqueólogos en torno a un yacimiento, para poder estudiarlo. Allí me relacioné con una curiosa tribu de enanos paleontólogos, a quienes tuve suerte de narrarles la serie completa de desventuras que me habían llevado hasta allí.
¡Cuál no fue la sorpresa del jefe de la tribu en el preciso momento en que le enseñé los pequeños vestigios de Cancrinella que llevaba en mi bolsillo! Me confesó que desde hacía ya varios años estaba buscando muestras de este tipo, para agregar a su colección de microfósiles...
Inmediatamente cruzó por mi cabeza una idea brillante, del mismo modo que un electrón cruza velozmente desde el cátodo hasta el ánodo en un tubo de descarga. Le propuse un trueque: yo le entregaría las muestras a cambio de un poco de rosa mosqueta.
-Desgraciadamente, no poseo ese fruto del que tú me hablas. Pero conozco alguien que puede tenerlo: un caracol de doble conchilla que vive en el lago Traful. Él maneja el monopolio de los combustibles para lancha en aquella zona, aún nos debe retribuciones por un trabajo de prospección y construcción de infraestructura que realizamos en un yacimiento petrolífero de su propiedad.
El siguiente paso fue, pues, cederle al barbudo las muestras, a cambio de una especie de "pagaré" que les había entregado el susodicho caracol unos ochenta años atrás... Me dirigí de este modo a mi siguiente destino, conservando ciertas dudas que surgieron durante el camino:
¿Este enano me estará cagando?
¿Será amigo del Sapo, socio de sus engaños?
¿El caracol existirá?
¿Se acordará del pagaré que firmó hace ochenta años?
¿Podré conseguir una remera de Mc Guiver en villa Traful?...

El niño que sólo podía sonreir

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El gnomo más anciano de la aldea tiene como único pasatiempo contar interminables historias a todos los gnomos más jóvenes. Su lugar preferido es el árbol de la copa más grande, porque allí siempre encuentra gnomos que están demasiado cansados como para alejarse de él antes de que empiece la historia. La razón es muy simple: Ese árbol es el único árbol que da mucha sombra cuando los gnomos mineros salen de las excavaciones de gomitas. Cada vez que termina el turno de la mañana y llega el momento del almuerzo, los gnomos se trasladan bajo el árbol huyendo de sus gomosas, chiclosas, estirosas y azucarosas pesadillas… y bueno… ver cada día cientos de gomitas que dejan las manos trabajadoras pegajosas, hace que no queramos verlas ni en figuritas…

La cuestión es que un día especialmente caluroso de verano, en el recreo del almuerzo, empecé mi camino hacia el precioso árbol preparando mis oídos para la historia que ineludiblemente vendría muy pronto… y rogando que fuera una nueva, para variar. Cuando llegué al árbol, el anciano no tardó en comenzar su historia. Hoy yo la comparto con ustedes para que conozcan a este niño tan particular. Tal vez alguno se sienta identificado, no sé. Lo que sí sé es que en algún momento de la charla yo empecé a dormitar, por lo que tal vez esté un poco cambiada, pero seguro que eso finalmente la hace un poco más llevadera.

Disfrútenla…. Prometo que yo sólo la contaré una vez.

Saludos,
Martillo

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De mi travesía a la región andino patagónica en busca de un poco de rosa mosqueta, y los innumerables sortilegios que debí enfrentar (parte 1)

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Cierto día, como de costumbre, me dispuse a explorar la alacena que yace sobre la chimenea, en busca de especias necesarias para urdir una sabrosa infusión antes de recostarme a dormir la siesta sobre los tréboles, cuando casi me desmayé del susto al notar que uno de los recipientes estaba vacío...

Entonces me acordé: esa última pisca de rosa mosqueta la había ya consumido aquella larga noche de luna llena, entretenido en una profusa discusión con aquella reina de las noches azules, acerca de cuán ridículos se vieran los faroles que tratasen de imitarla, con sus pálidos destellos de vela a medio consumir. Ya está bien, me dije de inmediato: esto hay que resolverlo antes de que las consecuencias se hagan notar...

Fue así como me dirigí hacia la ribera en que suele bañarse la nutria por esas horas de la tarde. La nutria es una vieja amiga que desde hace tiempo me suele proveer especias, hebras y semillas. Pero grande fue mi decepción cuando me comentó que no le habían repuesto la rosa mosqueta a causa de un piquete de truchas en el Río Desagüadero, que protestaban por la contaminación del cauce. Me recomendó que viajara al norte, para preguntarle al Sapo del Pozo Seco, otro comerciante de especias, que trabaja con distribuidores de La Rioja.

Luego de algunas semanas de travesía hasta el desierto en que se encontraba el susodicho Sapo, y tras confesarle mis ambiciones, el verde amigo (que a decir verdad no daba indicios de cordura tanto en su forma de hablar como en las palabras que pronunciaba), me encomendó a cambio la tarea de recorrer la región en busca de todos aquellos escondites que estuviesen ocupados por sus enemigos mortíferos, los ofidios. Me encargó que los indicara en un mapa y se lo diera a conocer de inmediato.

Una vez terminado el rastrillaje, estaba ansioso por saborear aquel merecido néctar, que diera su nombre a los tres caballeros de la antigua francia, por él llamados mosqueteros. Mas mis ansias se vieron nuevamente opacadas, ahora debido a una nube de perplejidad que surgió al recibir del Sapo, en vez del preciado fruto, unos minúsculos restos fósiles de edad incierta, que el verde me extendió diciendo: “cancrinella aff. farleyensis: es mejor que la rosa mosqueta; posee mayor valor bioestratigráfico…”

Si me detuviera a expresar todas las injurias que proferí contra aquél baboso cara de globo, senil, mal amigo y traicionero, debería extender mi relato en dos volúmenes, por lo cual, prefiero abstenerme de reparar en tales detalles.

En la próxima ocasión he de narrarles más sortilegios, que salieron a mi encuentro al dirigirme en extensa caminata hacia el sur, para buscar por otros medios la calavera de cristal, digo, un poco de rosa mosqueta…

...Tìteres...

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La obra representada se llama "A quí tiè nes tu tè mal dit obürrrg... éss". Narra la historia de cómo Vinagre, Gengibre, el Erizo y Martillo viajan a la Inglaterra del 1800 e intentan abolir la monarquía, volar el parlamento y organizar la revolución industrial...solo que, llegan tarde para ello.


Vinagre interpretó a Vinagre, el Erizo al Erizo, Gengibre a Gengibre y al árbol. Martillo escribió la obra y se encargó de la escenografìa...también actúa de chofer del burgués...

Aquí les dejo una de las fotos de la obra. En esta escena el Erizo y Gengibre le preguntan a Vinagre si es verdad que mantiene un relación con Rosa Mosqueta. Vinagre lo niega, sin embargo no es capaz de explicar porqué se encuentra lleno de espinas, rechaza el té de rosa mosqueta que le hemos preparado y asoma su dedo pulgar por la boca del títere. Finalmente toman un té de canela.


Pronto daremos fechas para las pròximas funciones,


saludos desde el bosque,


Gengibre.

2010

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"Y fue así que decidimos empezar el año, con una entrada que dijera que empezó el año...".

Esas fueron casi más o menos algo así como, las palabras pronunciadas por E. Erizo al momento de destapar el champaigne de pascuas (era de pascuas pero se abrió en navidad puesto que le faltaba fermentación). Ahora bien, un balance de lo que fue el año no vendría mal, pero tomaría mucho tiempo. Así que sólo decimos que este año hay que empezarlo con el pie derecho (o la pezuña, sin discriminar especies).

BUEN COMIENZO DE AÑO