
Así es que decidimos acoplarnos al festeje humano del año nuevo, a nuestra manera... Lo primero que se nos ocurrió fue planear algo con nuestros amigos del bosque encantado, animales y gnomos.
Aunque resulte difícil de creer, no todas son bromas y peleas con los barbudos gnomos, compartimos muchas actividades. Dado que ellos nunca tienen la iniciativa de organizar nada, si no fuera por nosotros se pasarían todo el tiempo tallando artesanías y midiéndose las barbas.
Aceptaron participar de la fiesta siempre y cuando no existan bromas pesadas de por medio, así que tendremos que suspender el plan de robarles los calzones mientras se bañan y coserlos para hacer un muñeco de Mc guiver en escala real. Luego de una reunión, acordamos que ellos se encargarán de fabricar la sidra y nosotros carnearemos las langostas. Los animales recogerán las grosellas y prepararán la ensalada de tréboles.
A medianoche nos juntaremos en el rellano del hongo hediondo luciendo nuestros mejores sombreros y paraguas. Al parecer el erizo no tenía ganas de trabajar, porque lo vimos en una foto chupando sidra con uno de los gnomos.